"Drying up in conversationYou will be the oneWho cannot talk "
La niebla no permite ver el andén de enfrente. Miro lo poco que puedo de la estación a mí alrededor. Una señora fuma un cigarrillo con un libro a su lado. Un señor me pregunta si tengo dinero para que compre su medicina. Tiene el acento más raro que escuché en mi vida. Una mezcla de mexicano con estadounidense. Es alto y fornido pero a la vez encorvado y torpe. Las sienes plateadas y los ojos azules como el agua del océano. Le doy dos pesos en monedas y me cuenta lo difícil que es comprar morfina “acá”. No tengo muchas ganas de continuar con mi lectura asique le sigo dando charla. Lo invito a sentarse al lado mío. Se sienta tranquilo y agradecido de tener con quien hablar. Me contó que se rompió un dedo del pie y que estaba mal de los pulmones por fumar “esta marihuana mala de la villa”. Entre mis monosílabos, él es quien guía la conversación. Tomo rumbos inesperados, antes de que llegara el tren ya hablábamos de la lógica en las matemáticas. Llega el tren y se sube conmigo. Me siento en el primer asiento del último vagón, el que mira para el lado opuesto a todos. Él se sienta en el siguiente y se da vuelta para seguir hablando. Paseamos por los más diversos temas. El recorrido debe haber sido el siguiente: Sistemas de educación actuales; sistemas de educación anteriores; Comparación de educación básica entre EEUU, Argentina, Alemania y Japón; Código Binario; Resonancia Magnética; Plasmas; Led ; Tv 3D; Hologramas; Espionaje Industrial y por último, el gran hermano siempre vigilando nuestros pasos. Llega mi estación. Lo saludo cordialmente y me indica que también baja en esta. Caminamos rumbo al puente que conecta las dos partes de la estación. Le pregunto a donde va y me responde que se dirige a la clínica San Francisco. Le pregunto donde queda y me dice “Tamborini y Naon. Nerón tocaba el tambor mientras Roma ardía”. Nos saludamos y subo al puente. Cuando quiero ver a donde se dirige, ya había desaparecido.
Ahora dudo si este extraño hablando de conspiraciones realmente existió. No sería la primera vez que mi cerebro altera el orden de los factores en pos de modificar el producto final. Ya no me importa. La realidad es una construcción social. Mi cerebro podrá confundir las cosas pero no me va a presentar a un esquizofrénico de manual. En todo caso, me presentaría a la Natalie Portman de Closer o a la Cameron Diaz de Vanilla Sky (Ojo que con Penélope Cruz también me conformo). No voy a plantar la semilla de la duda en mi cerebro. Ya sabemos que terminaría preguntándome si el cielo es el suelo.
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